Pero el devaneo no quedó en la mera elocuencia, sino que se materializó en varios pasajes del show. De hecho, al poco tiempo de haber arrancado, mechó la canción “Amores prohibidos” con una respetuosa versión de “Persiana americana”, himno del grupo que alguna vez lideró Gustavo Cerati. Más tarde, cruzó del escenario principal a un pequeño tablado erigido en la otra punta del campo, en medio del público y con su guitarra eléctrica a cuestas. Una vez que subió, apareció Luciano Pereira, el comensal más inesperado, con el que compartió el tema “Para tu amor” y una revisita a “Sólo le pido a Dios”, clásico de León Gieco. Tras el piropeo mutuo, el lujanense acompañó a su colega en su retorno al escenario principal, para luego despedirse de la muchedumbre.
Previo al cierre, y después de transitar un buen trozo de su éxito “La camisa negra”, el nativo de Medellín detuvo la canción para invitar a escena a “unos amigos” para hacer algo de cumbia. Entonces irrumpieron los integrantes de Un poco de ruido, streaming viral de la movida tropical local, con instrumentos en mano. Cuando Damo Martínez, el MC de la terna, lo tentó a salir del rock para probarse en la bailanta, Juanes le espetó: “Yo soy colombiano, mijo”. Lo que sirvió de puntapié para retomar el tema que detuvo unos minutos antes, aunque ahora en clave cumbiera, con Pinky SD, el acordeonista de la troupe, compartiendo protagonismo con el cantante, compositor y guitarrista. Si bien ese pasaje pareció medio accidentado, terminó por convertirse en uno de los mejores gestos de la velada.